Olivier Barde-Cabuçon: "Lo que prefiero de Casanova, es su voluntad de libertad"



Olivier Barde-Cabuçon, autor de Casanova y la mujer sin rostro, está estos días en España presentando su fantástica novela y a tenido a bien contestar a estas preguntas. 

El éxito de Casanova y la mujer sin rostro ha traspasado fronteras ¿cómo se siente?

Siempre es una gran alegría cruzar las fronteras porque, como diría mi personaje del monje, no hay libertad de pensamiento sin libertad de paso (de pasar). 


Casanova y la mujer sin rostro es una novela policíaca ambientada en la Francia previa a la Revolución Francesa en la que ha resucitado a grandes personajes como Madame de Pompadour, el Conde de Saint-Germain o Casanova, que da título a la novela. ¿Por quién siente más simpatía?

Sin lugar a dudas, hacia Casanova. Admiro su facultad de salirse de cualquier situación, su espíritu de viajero, su alegría natural, su amor pero también su respeto hacia las mujeres. Sobre todo, lo que prefiero de él, es su voluntad de libertad. Como suele decirlo él mismo: “¡he amado a las mujeres con locura, pero siempre he preferido mi libertad!”. 


Todos ellos interactúan con Volnay, el comisario de las muertes extrañas, ¿este es un personaje ficticio, verdad? ¿Cómo nació Volnay?

Volnay y el monje son dos personajes de ficción. He querido crear un dúo de investigadores de generaciones distintas, que se pelean constantemente, muy distintos, pero complementarios y, sobre todo, que compartieran los mismos valores. 

He leído en su blog que le gusta escribir en su piso, rodeado de libros. ¿Su gran pasión? ¿Cómo nació este interés por la historia y la literatura?

Pienso que fue mi madre que me dio este amor tanto por la historia como por la literatura. Ya de niño leía mucho y desarrolle una gran pasión por la Historia.

Además de la historia “oficial” recupera también la historia más oscura. Alquimistas, francmasones, muchos de los cuales además de buscar la piedra filosofal influyeron en el destino de su país ¿Cree que todo eso fue verdaderamente determinante en la historia de Francia?

Pienso que el siglo XVIII ha sido tanto un siglo de las Luces como obscuro, y quise explorar esta parte de sombra del siglo de las Luces. La ignorancia y la superstición han llevado a mucha gente, incluso a personalidades políticas, a tomar decisiones a lo largo de la Historia, y a quedar influenciados por personalidades manipuladoras. Nunca tanto como bajo el reinado de Luis XV, hubo tantos charlatanes e impostores capaces, por ejemplo, de obligaros a plantar el propio oro en el jardín para que creciera durante la noche. Evidentemente, a la mañana siguiente, ¡no quedaba ni rastro del oro!

Me ha encantado la ambientación de Casanova y la mujer sin rostro. ¿Cómo ha sido el proceso de evocar el París del XVIII?

Realmente quise restituir el París de la época, con su muchedumbre que asustaba tanto a los extranjeros que visitaban París, los ruidos, los olores… Para ello, me documenté y consulté archivos que describían la vida cotidiana del pueblo de París y no sólo de Versalles. Entonces había 48 comisarios de barrio en París, cada uno con un escribano, que escribía sin ninguna censura todas las quejas de la gente. Estos archivos se conservaron y nos devuelven la verdadera visión y preocupaciones del pueblo del París de la época. 

¿Es cierto que el comisario Volnay está a punto de sumergirse en un nuevo caso extraño?

Sí, después de Casanova y la mujer sin rostro, en Misa negra, el comisario de las muertes extrañas tendrá que descubrir quién ha cometido un crimen satanista en un cementerio parisino y ha  impedido la resurgencia de misas negras. Al principio hay poquísimos indicios: un cadáver, rastros de pasos en la nieve, un crucifijo y una hostia negra…




Esperamos con muchas ganas las nuevas aventuras del comisario Volnay en Misa negra y volver a compartir grandes momentos de lectura con todos sus personajes. Mientras tanto, los que aún no lo hayáis hecho os recomiendo que leáis Casanova y la mujer sin rostro. Os encantará.

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