Vestidas para un baile en la nieve | Monika Zgustova
Autora: Monika Zgustova
Género: Biografías
Editorial: Galaxia Gutenberg
ISBN: 9788417088149
Nº de páginas: 272 págs.
Precio: 20,50 €
Considerados como el mayor sistema de campos de trabajo forzado de la historia de la humanidad, los gulag soviéticos aniquilaron a millones de personas. Muchas de ellas fueron detenidas injustamente y no sobrevivieron a las bajas temperaturas de unos campos situados a escasa distancia del gélido Círculo Polar Ártico. Vejaciones, sometimiento, torturas, trabajos forzados, todo tipo de barbaries de las que un puñado de mujeres supervivientes de distintos gulags explican ahora su historia.
Vestidas para un baile en la nieve es el conmovedor relato de unas mujeres que sobrevivieron a los campos de trabajo de la antigua Unión Soviética. Durante décadas, millones de personas sufrieron la sinrazón de un sistema de represión política totalitario e injusto en el que ciudadanos de a pie fueron detenidos y condenados por razones de lo más absurdas. Monika Zgustova ha hecho un trabajo de investigación profundo poniéndose en contacto con algunas de las pocas mujeres que salieron con vida de los gulag y aún viven para contarlo. Zgustova ha viajado no sólo a Moscú, también a otras ciudades rusas y europeas para sentarse a charlar con unas ancianitas de rostro sencillo pero que tras sus miradas escondes historias de auténtico terror.
Mujeres que un día fueron jóvenes soñadoras, estudiantes universitarias, madres de familia, novias ilusionadas que recibieron la visita de la policía secreta soviética para detenerlas y trasladarlas a un infierno en la gélida Siberia. Algunas pasarían antes por la terrorífica cárcel moscovita conocida con el nombre de Lubianka donde celdas de castigo o salas de tortura terminaron con los sueños de todas ellas. Todas fueron detenidas y llevadas a aquellos auténticos campos de exterminio acusadas de ser traidoras a la patria.
El nombre del libro, Vestidas para un baile en la nieve, me parece demoledoramente hermoso porque refleja la realidad de aquellas mujeres cuya vida se truncaba en milésimas de segundo y tenían que salir de sus hogares sin poder hacer ninguna maleta ni despedirse de nadie. Es el caso de Zayara Vesiólaya, el primer testimonio que nos ofrece el libro, una joven que estaba celebrando una fiesta en su casa cuando la vinieron a detener:
Me fui de casa vestida como para un baile. Llevaba una falda estrecha negra hasta las rodillas, una elegante blusa roja con muchos botoncitos y zapatos de tacón.
Zgustova deja hablar a aquellas mujeres, ahora ancianas, que parecen necesitar gritarle al mundo con sus voces dignas pero agotadas lo duro que fue enfrentarse a un campo de trabajo en zonas que se conocían como "los hielos eternos":
En los campos - nos cuenta Susanna Pechuro - cada uno se tenía solo a sí mismo, su yo, su ética y su moral. Y eso incluía el cuidado de todo lo demás y de su aspecto.
Muchas de aquellas mujeres se han convertido en ancianas que, a causa de la malnutrición prolongada, no pueden caminar bien ni mantenerse demasiado tiempo de pie. Mujeres marcadas por haber sido víctimas de uno de los genocidios más demoledores de la historia. Además de las nueve mujeres con las que se entrevistó la autora, Monika Zgustova, en el relato se cuelan otros nombres de mujeres famosas que se cruzaron en el deplorable camino del gulag, como la actriz Tatiana Okunévskaya, la esposa del compositor Sergei Prokófiev, Lina Prokófiev, u Olga Ivínskaya, el último amor de Borís Pasternak que inspiró el personaje de Lara en la novela El doctor Zhivago.
Es impactante descubrir como a lo largo del relato de situaciones horribles, al final, muchas de aquellas mujeres coinciden en decir que, en sus vidas, el gulag había sido determinante, que no cambiarían su experiencia si pudieran volver atrás:
Me doy cuenta - relata Susanna Pechuro - de que sin mi experiencia en el gulag no sería como soy: una mujer que no teme a nada. En el gulag, de un hombre puede salir un monstruo humano. Pero si uno pasa por el campo y no se convierte en un ogro, sabe que en la vida ya no le puede pasar nada malo. Está acorazado. Ha pasado la prueba.
Ela Markman nos cuenta que el gulag, precisamente por ser terrible, es enriquecedor. Se trata de una situación límite que te lo enseña todo sobre ti misma y sobre lo que tienes a tu alrededor, sobre el ser humano. Estoy agradecida al destino por haberme mandado al gulag.
Aunque también hay alguna que discrepa, como Elena Korybut-Daszkiewicz, quien asegura:
Soy consciente de que algunas de mis compañeras de campo sostienen que su vida no habría sido plena sin la experiencia del gulag. Yo no estoy de acuerdo. [...] El gulag fue una pérdida de tiempo, de salud, de energía. [...] Considerar el gulag imprescindible para aprender cosas sobre la vida me parece perverso.
La autora de Vestidas para un baile en la nieve, Monika Zgustova, de quien ya leí hace tiempo su libro Las rosas de Stalin, sobre la hija del dictador soviético, es una escritora checa afincada en Barcelona. Monika Zgustova es especialista en literatura e historia rusas.
Vestidas para un baile en la nieve es, sin lugar a dudas, una lección de vida, un grito de dignidad y un relato de superación de unas mujeres que hubieron de soportar situaciones límites en lugares inhóspitos. Un relato conmovedor y sobrecogedor en muchas ocasiones que nos acercan a estas heroínas sencillas. Un libro que supone un homenaje a estas mujeres y a todas las personas que sufrieron la terrible experiencia del gulag.
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