Arroz de Palma | Francisco Azevedo

Título: Arroz de Palma
Subtítulo: La familia es un plato de completa elaboración
Autor: Francisco Azevedo
Género: Novela
Editorial: Espasa
ISBN: 9788467007817
Nº de páginas: 364 págs.

Resumen del libro
Arroz de Palma narra la historia de la familia de Antonio Custódio. Una familia normal y a la vez una familia peculiar. Arroz de Palma nos invita a conocer a más de tres generaciones de una familia cuyos orígenes se encuentran en la pequeña población portuguesa de Viana do Castelo. Desde los abuelos, José Custódio y María Romana, hasta los nietos, Rosário y Nuno, hijos de Antonio Custódio, cuyas vidas transcurren en Brasil, a donde los abuelos emigraron a principios del siglo XX. Pero Arroz de Palma es sobre todo la historia de este cereal, de esta mujer, la tía Palma; un arroz mágico, o así lo creerán todos los miembros de la familia Custódio. 

Antonio, a sus 88 años, mientras prepara un desayuno para toda su extensa familia, hijos, nietos, hermanos, sobrinos nietos, en el año, 2008, en el que se cumplen cien años de la boda de sus padres, recuerda entonces cómo empezó la historia del arroz de la tía Palma, un arroz que decoró la ceremonia de José y María y que la hermana de él recogió, metió en un saco y lo guardó en un oratorio. Con ella se lo llevó cuando los tres emigraron a Río de Janeiro y fue el remedio a la infertilidad de José y María. Un arroz que perduró en el tiempo, sin estropearse, milagrosamente, y que ayudaría a crecer a la familia pero también a separarla.

Toda la novela transcurre en la cocina de Antonio, entre fogones y pensamientos de un anciano que ha visto cambiar a su familia y el mundo que le rodea. Mediante monólogos y recuerdos recupera la historia de su vida, de sus padres, de su lucha, siempre con el arroz de la tía Palma presente en todo momento. 

Arroz de Palma no sólo nos explica la historia de una familia, es también el relato de muchos campesinos que, desde Portugal, emigraron a principios del siglo XX a Brasil en busca de un futuro mejor. De la empobrecida patria portuguesa, marcharon muchos al entonces próspero país sudamericano que creció gracias al café, conocido como “oro verde”. 

En aquellos años proliferaron ricas y prósperas haciendas cafeteras en las que sus hacendados, los “barones del café” hicieron grandes fortunas. En una de esas haciendas se instalan los Custódio. Los patrones, don Avelino y su esposa, establecen una entrañable relación con ellos que derivará en el amor de sus propios hijos. 

Antonio e Isabel serán los hacedores de la siguiente generación, con ayuda, también, del arroz de tía Palma, que traerá al mundo a Nuno y Rosário, niño y niña hijos de una nueva generación, una generación moderna, de bolígrafos y correos electrónicos, alejada de las románticas plumas y los antiguos sellos de correos. Nuno y Rosário son el contraste con sus padres. Un nuevo mundo, con amores modernos e incluso difíciles de encajar en los moldes de siglos pasados.

Junto a la rama principal, los hermanos de Antonio, Leonor, Nicolau y Joaquim, enfrentados con el mayor por haber recibido con honores la herencia familiar del arroz de la tía Palma. Un enfrentamiento que la cocina, la familia, conseguirá difuminar. Pues como asevera con rotundidad Antonio Custódio, “la familia es realmente un planto delicado, difícil de preparar”. Arroz de Palma es la primera novela de Francisco Azevedo y ha sido un éxito editorial en Brasil. Tras su ópera prima se esconden años de estudios humanísticos y trabajos como dramaturgo, guionista, poeta y novelista. 

Francisco Azevedo despliega en el Arroz de Palma todos sus sentimientos, pensamientos, reflexiones sobre la vida, la familia, la existencia, el paso del tiempo, con perfecta armonía y jugando con las palabras de un modo magistral. 

Mi opinión
He de reconocer que Arroz de Palma no es el tipo de novela a la que estoy acostumbrada a leer. Pero también he de reconocer que me ha encantado compartir el tiempo que ha durado su lectura con unos personajes tan entrañables, tan sencillos y a la vez tan sabios, tan llanos y a la vez tan profundos. Una historia, una metáfora de la vida, que vale la pena cocinar.