La comadrona de Hope River | Patricia Harman

Título: La comadrona de Hope River
Autora: Patricia Harman
Género: Novela histórica
Editorial: Esfera de los libros
ISBN: 9788499705941
Nº de páginas: 464 págs.

En el pequeño y empobrecido estado norteamericano de Virginia Occidental, Paciente Murphy dedica su vida a los demás. Comadrona de oficio desde hace poco tiempo, pasa días y noches luchando contra la adversidad trayendo bebés al mundo. A cambio recibe  lo que las familias pueden dar. Harina, una gallina, leña. Las menos veces, dinero. La mayoría, nada. Corren tiempos muy difíciles en América y en el mundo. La bolsa de Wall Street se acaba de desplomar, justo cuando el mundo empezaba a reponerse de las duras consecuencias de la Gran Guerra. Un panorama desolador en el que la comadrona se convierte en alguien respetado pero cuya vida personal todos ignoran que es mucho más que difícil. 

La comadrona de Hope River es un relato conmovedor, crudo, realista, triste, pero también es una historia de amor, amistad, esperanza. Patiente Murphy hace poco que ha llegado a Virginia Occidental y vive en una casa aislada en medio de las montañas de los Apalaches. Aquel había sido el hogar de Sophia Kelly, la comadrona con la que aprendió el arte de traer niños al mundo. Y es que Patiente se convierte en comadrona por designios del destino. Su vida ha marchado por tristes derroteros desde la pérdida de sus padres, la vida en un orfanato y la búsqueda de un sueño como corista que duró muy poco. Tampoco en el amor ha tenido suerte. La pérdida de un amante y de su hijo, la trágica muerte de un esposo. Muchos de sus seres queridos van quedando en el camino. 

Ahora en Virginia, consigue establecer algún vínculo afectivo. Bitsy, una jovencita de color, que termina siendo su ayudante en los partos y a la que acoge en su casa. Daniel Hester, el veterinario al que deberá ayudar en más de una ocasión pues los tiempos requieren amoldarse a las circunstancias. Y muchas mujeres que han de confiar en sus conocimientos y en sus habilidades como comadrona para superar situaciones que muchas veces no son todo lo felices que podría suponer traer un hijo al mundo. Casos de eclampsia, cordones ahogando al bebé, encajamientos, y muchos otros problemas que, con los mínimos recursos con los que podía contar una comadrona de principios de siglo, no siempre tienen un final feliz.

La novela de Patricia Harman es una obra preciosa en la que nos muestra cómo vivían las personas más humildes en los Estados Unidos en los años treinta. Los conflictos raciales, con  un Ku klux klan aun coleando, las trabajadores explotados en las minas, los grandes empresarios arruinados y escasez por todas partes. También es una novela en la que nos podemos hacer una idea muy real de lo complicado que era dar a luz en las condiciones tan precarias en las que recibir las atenciones médicas básicas era todo un lujo y algunas de las prácticas obstétricas imprescindibles estaban incluso prohibidas por la ley. 

La novela esta narrada con un estilo muy sobrio y muy directo. El tiempo presente utilizado en casi todo el relato nos acerca aún más al mundo de Patiente Murphy, un mundo plagado de penurias pero en el que, al final, siempre queda un resquicio de esperanza. La comadrona de Hope River nos adentra en un mundo mezcla de luces y sombras, un baile entre la vida y la muerte, el miedo y la alegría, como la imagen que nos muestra la propia Patiente de lo que supone asistir al milagro de la vida:  dos partes de una misma cosa, como la zarza y la rosa. La vida y la muerte..., la zarza y la rosa.

Últimamente, de manera tímida, se están posicionando en las listas de éxitos literarios algunos títulos que abordan el tema de la maternidad con un enfoque histórico. Si ¡Llama a la comadrona!, la novela sobre la vida de Jennifer Worth tuvo una muy buena acogida, esta espero que la supere porque se lo merece. 

En el caso de la historia de Worth, la narración se centra sobretodo en una serie de casos aislados de parturientas con alguna referencia a su vida personal. En La Comadrona de Hope River hay un equilibrio entre la descripción de los partos y el relato de la vida de la protagonista. Ambas novelas son preciosas y creo que deberían publicarse más obras de este tipo que profundizaran en el determinante papel que las comadronas han tenido a lo largo de los siglos (y que aún hoy en día siguen teniendo).

La autora de la novela, Patricia Harman, dedicó treinta años de su vida a ejercer el arte de partear. Fue comadrona en las zonas rurales del oeste de Virginia donde fundó la primera cooperativa de comadronas de dicho estado. Después ejerció su trabajo en distintos hospitales. Su amplia experiencia supone una fuente valiosísima de información que se refleja en esta inolvidable novela.